El retorno de Boabdil




Y todos con las manos en la cabeza. Resulta que tras más de década y media afilando el colmillo y destilando mala baba en su página semanal de los suplementos dominicales, nadie sabía de su ironía, su sarcasmo, y su pensamiento radical. Arturo Pérez-Reverte, paladín de la sátira y el despecho, es un habitual de la red social 'Twitter'. Algo que los usuarios de dicha red celebramos, porque podemos charlar escuetamente con él, pero que tiene un peligro: que cualquiera puede leer tus opiniones. Lo cual hace que tengas que vigilar (o no) tus comentarios. 

La historia, os cuento para los que no se hayan enterado es que comentando la toma de posesión de los nuevos ministros, Pérez-Reverte comentó en Twitter: "Por cierto, que no se me olvide. Vi llorar a Moratinos. Ni para irse tuvo huevos". Algo que, viendo las imágenes, es indudable. Ver a una persona de su edad llorando como un crío en su primer día de clase al dejar el puesto en el que ha estado perdiendo el tiempo durante más de cuatro años, a mí me revuelve el estómago. Y más cuando recuerdas que esa masa informe de carne y pelo con los mocos colgando va a tener un sueldo vitalicio por hacer mal, o no hacer su puto trabajo. Y claro, Pérez-Reverte no es de piedra, y ante semejante escenario, pues mete uno de esos comentarios punzantes propios de su Quevedo 'alatristesco' o del mismísimo comisario Tizón. Y claro, dados al hablar por hablar, al correveydile y a los chismes como somos en este país, ahí se las han visto los periodistas. Verdes las han segao, que se dice aquí en mi tierruca.

Y ahí es cuando nos echamos las manos a la cabeza, y empiezan las tonterías. Que si es un comentario machista, que si es incorrecto, que si es mal hablado, y ciertos diarios haciéndose eco y tratando de dañar su 'ego' poniendo la lista de famosos españoles más seguidos en la red social. Lo que no saben es que en apenas 24 horas, 2000 personas más siguen ahora a Arturo Pérez-Reverte. Si le funciona a Belén Esteban, ¿por qué no a él, no? Después, horas transcurridas tras el suceso, se ha desatado una oleada de vacile y cachondeo con el tema, en el cual, la estrella es el tema #perezrevertefacts, en el que los usuarios de 'Twitter' ponen frases pintorescas y exageradas con Pérez-Reverte como protagonista. Yo me quedo, particularmente, con la de: 'Cuando Pérez-Reverte comete un error histórico, es la propia historia la que se autocorrige para no contradecirle'. Incluso el propio Pérez-Reverte se ha hecho eco del tema, y ha añadido las suyas propias. Pero ahora piénsenlo fríamente. ¿Ven lógico que una autoridad administrativa de este país y que nos ha representado en el extranjero (miedo me da la imagen que se hayan podido llevar) se despida de su puesto llorando? En mi opinión no era ni el sitio, ni el lugar.

Así que venga, ahora toca despellejar al que lo dice en voz alta, pero yo, humilde blogger, estoy con Pérez-Reverte. Con esos comentarios consigue ponerme el 'Joder, Arturín, cómo te pasas... y cómo me gusta.' Y hacerme reír. Cosa que deberían de hacer más los que ahora se dedican a despellejarle. Dejar de cogérsela con pinzas, y no tocar los huevos a todo el mundo.





1 comentario:

Tiberio dijo...

La verdad siempre jode.

Muy bien traída la entrada.