Reflexiones

Shooting for the stars
Cruise the speed of light
Glowin god of Mars
Body burning bright

Los Judas Priest suenan acojonantemente bien, pienso mientras veo oscurecerse el día a través de mi ventana.  Finales de septiembre, el día ha resultado extrañamente fácil de llevar, pese a ser jueves. Esa sensación de cercanía al fin de semana revienta las ganas a cualquiera. Las manillas del reloj parecen girar en sentido contrario durante las seis horas de clase diarias. Parece que este curso será más llevadero.

El Twitter está que arde. El supuesto dopaje de Contador, un intento de golpe de Estado en Honduras, los partidos de Uefa. Todo es susceptible de ser comentado. Me costó cogerle la gracia a dicha red, pero una vez que eliges a quién seguir, y aciertas con la decisión, las horas se pasan muertas contando 140 caracteres. 

La música se me para. El puto anuncio de Spotify. El libro de Nick Hornby va cobrando cada vez más interés a medida que paso páginas a ritmo lento y cadencioso (mi traductor mental de inglés literario está más oxidado de lo que pensaba). Fútbol como sufrimiento. Masoquismo puro y duro. El Arsenal en los 60' y 70' no se diferencia tanto del Racing de Santander. Años y años sin dar una nota de color a la ida de sus aficionados. 'For alarmingly large chunks of an average day, I am a moron.' Reza el primer capítulo, y la verdad es que me siento absolutamente identificado. Yo también, durante largos ratos de un día normal, soy un imbécil.

Gente pasa riéndose por la calle. Una parejita bien avenida disfruta de la noche fresca de casi-otoño, ya-no-verano. Las nubes ya van pasando en lo que a mí se refiere. Pronto todo volverá a la normalidad. A los paseos, las conversaciones por teléfono, las citas de improviso, las siestas juntos... Apenas una semana, si todo marcha bien. Habrá que esperar aún, pero todo empieza a coger color de nuevo. El gris y negro va quedando atrás, como una lejana película de Billy Wilder. Y menos mal.

Va siendo hora de empezar con los asuntos estudiantiles, que se me echa la hora encima.

No hay comentarios: