Yo no soy español, yo soy agente libre.

José María Celemín, magistrado del Registro Civil de Getafe, no tiene culpa de nada, no os equivoquéis. A mi me parece perfectamente lícito exigir que quienes se quieran quedar en este país, conozcan nuestra historia y nuestra cultura. Pero ojo, que cuando digo cultura, no me refiero a los toros, o a los conciertos de Bisbal. Y cuando digo historia no me refiero a esas historietas dignas de cómic que hablan de reinos euskéricos imaginarios. Hablo de la historia de España. 

Y, para el que no se haya enterado, se lo explico. Resulta, que el hombre anteriormente citado, ha instaurado un exámen para los inmigrantes, que pretendan obtener la nacionalidad. Y no me parece mal. En otros países como Australia también se hace. Y nadie protesta. Y debo decir que yo estoy a favor. Que es muy fácil venir a España y acostumbrarte al salir de fiesta, al salir de tapeo, a hacer botellón, y a ir a la playa. Pero este país tiene más cosas. Y todo aquél que pretenda ser español, y disfrutar de las ventajas de ser español, debe pasar, qué menos por nu exámen donde demuestre sus conocimientos y su implicación con este país. No obstante, a ese plan le veo que cojea. Porque estoy seguro que el 75% de los lectores de este blog, (es decir, tres de las cuatro personas que me leen) no saben sin mirar en Google qué sucedió en 1704. Y esa era una pregunta de este exámen. Y sin embargo, si eres español, y no sabes que se celebra el día 12 de octubre, o en qué año fue la Guerra Civil (conozco casos, no es hablar por hablar) no pasa nada, no te quitan la nacionalidad.

Pero yo, intelectual y pensador, vanguardista y avanzado de mi tiempo, tengo la solución: el carnet español por puntos. ¿Que vas al extranjero sabiendo hablar en el idioma de allí, y lo haces sin gritar? 2 puntos menos. ¿Que no te abalanzas sobre la primera guiri despistada que te encuentras? 1 punto menos. ¿Que te paran en un control de la Guardia Civil y das 0,0? Pues 4 puntos menos. Y así hasta que se te agoten los 12 puntos que te dan. Si se te acaban, te mandan a Andorra. Aunque no te preocupes, por cada Vivaspaña que sueltes, recuperarás un punto, y el carnet se puede recuperar una vez perdido aprobando un exámen de reingreso en la sociedad, en la que se te preguntarán por sucesos fundamentales ocurridos en la Historia de España: ¿En qué año ganamos la Eurocopa? ¿Quién fue el que le dió el codazo a Luis Enrique? ¿Cómo se llamaba el toro que mató a Manolete? Y demás. 

Quizás de esa manera, todos estarían contentos. Los que se sienten españoles, tendrían cientos y cientos de puntos, y los que no, pues no. Y todos felices. Nacionalidades a la carta. O como en la NBA. Puedes pasar de ser español, a ser agente libre, y si otros países usan el mismo método, puedes intentar acceder a otra nacionalidad mediante su exámen de acceso. Habría traspasos, quizás algunos países ofrecerían a personalidades adoptar la suya propia, habría disputas, y cada uno podría cambiar 3, 4 y hasta 5 veces de nacionalidad. Según te convenga. ¿Que no te gustan las propuestas políticas para las siguientes elecciones? Pues vete al país que más te guste o más te convenga. ¿No decían que uno no es de donde nace, sino de donde pace? Pues eso.