100 vidas

Cioli, en la entrega de la Cruz del Mérito de la Policía

Cuando uno es de Santander, o disfruta aquí de sus vacaciones, puede elegir entre diversas playas a las que ir para pasar el día de verano. Playas grandes y anchas, con mar abierto, playas más pequeñas y con menos gente, ideal para jugar a las palas, playas casi diminutas, escondidas entre salientes de roca, y de acceso impracticable, o las playas que dan a la Bahía. Yo, que de naturaleza soy vago, suelo ir a estas, porque quedan mucho más cerca de mi casa.

Además, estas playas tienen un aliciente tradicional de la ciudad, y es que en ellas, siempre, fuese el día que fuese, e hiciese la temperatura que hiciese, sabía 'Cioli' andaría cerca. Para el que no sea de Santander, o sea de Santander y nadie jamás le contara las proezas de ´Cioli', aquí va un resumen. Panadero jubilado, en 1959 se tituló en Salvamento y Socorrismo. Sin embargo, 12 años antes ya ayudó a 3 personas de morir ahogadas en la playa de Somo, utilizando nada más que un neumático. Desde entonces, más de 140 vidas dependieron  en algún momento de su saber hacer en la mar, y de su valentía. Condecorado por la Policía Local, el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander, Protección Civil y la Cruz Roja, entre otras organizaciones, estos últimos años, se le podía ver disfrutando del sol en la terraza de la cafetería de La Magdalena, siempre pendiente del mar, como si le deberia algo.

Ahí estaba. Con su gorra, su cuerpo curtido por mil días de sol, y por los años, que no pasan en balde. Tranquilo y relajado, como si sus proezas fueran cosa de otro tiempo, de otro momento, de otro planeta. Sin embargo, cuando paseaba por la orilla, las miradas se centraban en él, como si hasta los que no le conocían, sospechasen que ese hombre era especial. Su humildad le ayudó a grangearse siempre el cariño y la simpatía de todos los que le rodeaban, y su eterna gorra del Racing dejaba bien clarito de qué equipo era. Un hombre de la tierra, honesto, trabajador y valiente. 

Esta pasada madrugada, 'Cioli' emprendio un nuevo viaje a nado. Lejos, muy lejos, dispuesto a alcanzar allá donde el mar se junta con el cielo, para descansar en paz. Hoy, domingo 24 de abril de 2011, Santander está un poo más insegura por su marcha. Este verano, será mi primer verano sin 'Cioli'. Echaré de menos su sonrisa al saludarle. Aunque la placa dedicada a él en las escaleras de acceso a la playa conseguirá que nunca me olvide de él. Un saludo y hasta siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece una entrada memorable, ojalá todo el mundo conociese a tan entrañable personaje y todos los actos conmemorativos, que se harán seguro, los pudiera vivir el en persona.
El último recuerdo que yo tengo de el, es como me decía que la medalla de la policía se la tenían que haber impuesto con menos años para poder haber disfrutado de ella, pero ya se sabe que los reconocimientos llegan tarde, sin que los agraciados puedan disfrutarlos. GRANDE CIOLI.
Chuspy.