¡Gora España Askatuta!

Las redes sociales son una parte fundamental de la vida para millones de personas en todo el mundo. Facebook, Tuenti, Twitter, Flickr, Myspace... Todo el mundo tiene su perfil, sube sus fotos, comparte su estado de ánimo con sus amigos, y sus vivencias del día a día. Esto no debería de provocar muchos problemas. Al fin y al cabo, que alguien sepa que animo a la Selección Española es algo intrascendente. Pero claro, la cosa cambia si soy un abertxale perteneciente a E.T.A, y estoy relacionado con miembros de varios comandos desarticulados. La noticia salió hará unos pocos días, y los periodistas de este país se mostraban confusos e irónicos ante la situación. Y no era para menos, puesto que encontrarse una foto de dos etarras detenidos posando con la camiseta de España es, cuando menos, intrigante, y no ocurre todos los días.

Spain is different. Desde la época de Paco Martínez Soria, hasta esta nueva época, marcada por los sucesos de la casa de Gran Hermano, y el Villarato, las cosas han cambiado. Quizás, incluso demasiado para el gusto de la mayoría. España ya no es España, un marroquí ahora es un magrebí, un negro africano es un subsahariano, y los miembros y miembras del Parlamento discuten sobre cuál será la próxima tontería en salir a la palestra. Lo que yo estudié como el Reino de Navarra, hace bien poco, en una de mis visitas a la tierra de los amaiketakos y los zuritos, descubrí, no sin gran sorpresa, cuán grande era mi error, ya que los estudiosos euskéricos han descubierto que en realidad era el Reino de Euskadi. Con dos arrautzus. Y la cuestión de todo esto es que resulta incomprensible para los foráneos que deciden venir a esta casa de putas de 40 millones de personas. Porque si ya a algunos nos empieza a costar razonar ciertas doctrinas políticas, para Josh Smith, que viene de Michigan, y come todos los días en MacDonalds porque echa de menos su ciudad, le provoca una risa descontrolada que provoca que se atragante con el sésamo del pan del cuarto de libra con queso. O eso, o no lo entiende.

Y claro, si a esto, le añadimos que los supuesto independentistas aparecen en una red social en una foto puesta en un lugar público (a ver si leemos las instrucciones para la privacidad de los perfiles), pues el pobre Josh alucina. Su cara de boniato lo dice todo y el What the fuck? que lanza al aire está asegurado. Intentamos deducir el origen de dicha foto. ¿Estaban vacilando a algún compinche borroka? ¿Tan poca influencia tiene Urkullu con sus declaraciones? ¿Existen los independentistas domingueros? ¿Y los etarras veletas? Al final ambos nos rendimos, y trato de consolarle, pues se siente mal ya que no se siente integrado en el país, porque aún no entiende nuestra política. Y claro, yo trato de explicarle que lo que le pasa a él, nos pasa a todos. 

Siempre había tenido la sensación, por los conocidos que tengo en la ciudad de las gabarras, que los que mas presumían de vascos solían ser de Palencia, La Rioja o Navarra. Eso, al menos, daría un sentido a la foto, y su pequeña traición a la madre patria vasca. Pero, por otro lado, nos planteamos (Josh y yo, se entiende) cómo una organización que fue capaz de viajar a Afganistán para desarrollar sus tácticas terroristas para atentar contra el hombre de la peineta, no es capaz de controlar que sus miembros se creen perfiles públicos. Quizás quede poco para que en Facebook puedas hacerte fan de "Yo también atentaré contra "X"", u "Otegi, queremos un hijo tuyo". Y la Policía Nacional creará los suyos de "Era yo el que iba con el verdugo cuando te detuve", o "Yo siempre miro los bajos de mi coche por si acaso". Pero deberán tener cuidado, porque algún perroflauta con palestino le llegará un evento de "Mañana redada en la Herrikotaberna de Zarautz a las 9.30h". Y a ver si le coges después.

Josh, España es muy complicada. Somos una potencia mundial en deporte, somos el culo de Europa, la cabeza de África, y nos encanta hacer tonterías. Ya nos cogerás el punto, don´t worry. Pero entiendo perfectamente que eches de menos Detroit.