El relato de David y Goliath actual, seria bastante mas mundano, por eso de que nadie cree ya en los gigantes (salvo el de los guisantes, y Zigic, por supuesto), y que coño, porque aunque creyeran, la pelea a los 10 minutos estaria subida a youtube. No obstante, me gustaria haceros ver mi particular version del relato, adaptada al año 2009.
Imaginemos un chico (llamemosle Goliath) de 12 años, grande, con amigos muy grandes tambien, acostumbrado a que se le permita todo en casa, debido a unos padres permisivos, y al exceso de terapias psicologicas, segun la cual sus actitudes y aptitudes son validas para el dia de mañana, pasar de curso sin problemas. Sus amigotes siempre le alaban, le doran la pildora, y le dan por favorito ante todos sus enfrentamientos con los demas niños del colegio, que le temen, por ser el mas grande. Sus padres, por supuesto, no reparan en gastos, le compran las bicis mas caras, y las deportivas mas molonas. Papi le lleva en su todoterreno aleman al colegio todos los dias sin excepcion.
Por otro lado, estaria el chico (llamemosle David) de 7 años, menudito, con pocos amigos, pero fieles, y poco dados a lucirse de cara a los demas. Su educacion es la que se daba antes, pide las cosas por favor, trata de usted a los mayores, no va al psicologo por tener problemas en casa, y sus padres le consienten ciertas cosas, siempre en referencia a dos puntos: sus notas, y el dinero disponible de la familia. Sus amigos le acompañan, y el les acompaña, pues tienen una relacion entre iguales. Sus viejas deportivas, con agujeros en la puntera de jugar en el patio del colegio, son sus favoritas, y su bici destartalada no le sirve para presumir, pero si para cumplir su objetivo de llevarle de un sitio a otro.
Cierto dia, ambos chicos coinciden echando un partido de futbol, y mientras el preadolescente, antes de empezar, decide ser el delantero, le importe a quien le importe, porque sus botas las tiene que estrenar, y no le gusta jugar de defensa que se aburre, el niño pregunta a sus amigos donde se pone. Le dejan elegir entre dos opciones: portero, o delantero. Ante la duda, evidentemente, mejor marcar goles, que tener que revolcarte por el suelo, y que encima te echen la culpa cuando te marcan gol. Nuestros dos protagonistas de delantero, y comienza la pelota a rodar. El equipo de los mayores hace evidente su ventaja fisica, y con confianza, se deja llevar por el partido, sin demasiadas prisas. Nuestro Goliath pierde balones por intentar regatear continuamente, mientras que David, pasito a pasito, va combinando con sus compañeros, hasta que de pronto, sorpreson, marca un gol al portero del equipo de Goliath. Nadie lo esperaba, y David muestra su alegria a sus compañeros, felicitandose mutuamente por tan maravillosa jugada.
Goliath no se lo puede creer. Intenta con mas ahinco si cabe el regatear, y meter goles por la escuadra, pero no sabe si por el campo, por el balon, o por sus botas, que son nuevas y le han costado 250€, y no se ha acostumbrado. Mientras, David sigue a lo suyo, y mete un segundo gol. Las chicas de su clase enfervorizadas le lanzan besos, pensando que es una ilusion, y que el resultado deberia darse la vuelta rapidamente. No obstante, Goliath sigue sin explicarse que le ocurre. Comienza a culpar a su portero y sus defensas de que son muy malos, y se empieza a cansar de las crias chillonas que acompañan a la banda de chiquillos. Mientras, David sigue a lo suyo, y marca dos goles mas. La sorpresa de Goliath es mayuscula, asi como la alegria y excitacion de David, que podra decir a su padre que ha ganado al equipo de los mayores.
Sin lugar a dudas, es una hazaña lo que David consiguio, junto con sus compañeros. Su padre le felicito al enterarse ese mediodia de la proeza, y le prometio que ese domingo le llevaria al futbol, para que viese a su equipo preferido. Goliath, ademas de tener demasiado afan de protagonismo, demostro ser mal compañero, y un mal perdedor. Y su papa, en lugar de enseñarle a ser buen compañero, y un buen rival, se callo la boca, y permitio a su hijo que siguiera por ese camino, sin importarle demasiado el rumbo que lleve.
Y a todo esto, parece mentira que haya sido capaz de escribir un articulo como este un dia despues de que el Real Madrid haya perdido 4-0 contra el Alcorcon, y no haya dicho nada del ridiculo que hicieron.
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