Soy un fanatico de las construcciones antiguas. Disfrute como un enano en la Torre de Londres (y no, no es el Big Ben), en La Sagrada Familia, en Notre Dame, y esta ultima visita no me ha defraudado. En especial, porque a diferencia del resto, en esta he tenido a oportunidad de ver la cimentacion de una antigua colegiata construida en tiempo de Alfonso VIII, sobre la cual, despues, Alfonso X decidio levantar la Catedral aprovechando algunos de estos cimientos. Craso error, ya que despues, se veria que no estaban preparados para aguantar semejante peso.
La visita te lleva por la parte exterior, desde la que se ve la muralla de la antigua aldea de Gasteiz (ancestro de la actual Vitoria-Gasteiz), y entras por tres impresionantes puertas, de estilo gotico, con arquivoltas decoradas, y con representaciones superiores a las puertas, en las que se representan escenas biblicas, como la Natividad, la Adoracion, y demas. Una vez entras por una de las puertas, llegas al espacion interior de la Catedral, en la que se ve, (y si no lo ves, la guia te lo muestra) como los pilares tienen panzas, debido al exceso de peso soportado, asi como arcos ojivales deformados por la misma razon. Todos estos detalles, ademas de las enormes grietas que tienen los muros, provocan algo de estupor en el visitante. Y mas, si antes de entrar te atavian con un casco de obra.
El mal estado de la construccion, evidente a simple vista, no empaña la imaginacion del visitante cuando contempla los enormes ventanales, los triforios, las bovedas, y demas. Y mientras cruza toda la sala, y se acerca al crucero, puede observar los cimientos de la Catedral. Se pueden ver, esos trozos de historia que mucha gente desconoce, y no quiere conocer, y que hacen a este pais, una enorme trozo de historia venido a menos. Se pueden observar los trozos de cimentaciones de la colegiata erigida junto a las antiguas murallas de Gasteiz, y como parte de esas murallas y la colegiata fueron derribadas para dar paso a una de las catedrales mas majestuosas de este pais.
Ademas, se ven los arcos de soporte construidos en los 60, para resistir el desplazamiento lateral que sufrian los pilares, y como se volvio a calcular mal los pesos verticales, con las grietas anteriormente ya mencionadas. Ademas, la visita continua, y mientras subes por una de las torres, con esas escaleras de caracol, que llegan a marear si las bajas, llegas al paso de ronda de los soldados de la epoca. Un lugar privilegiado para poder observar, si el tiempo acompaña, todos los alrededores de Vitoria. Mientras caminas por los tuneles que acceden a un lado y al otro de los muros, tuneles bajos, de piedra sin labrar, oscuros y en los que huele a humedad, te da la sensacion, de pasar por donde hace siglos pudieron pasar soldados, curas, princesas, o vete tu a saber. Y eso, a mi personalmente, es una sensacion que me emociona.
Grandes escritores y expertos en historia contemporaneos, como Arturo Perez-Reverte o Ken Follet, ya la han visitado, y supongo, que la recomendaran. Y yo, hago lo mismo. Si quieren conocer un poquito de historia de este pais, y de historia de la arquitectura, visiten la Restauracion de la Catedral de Santa Maria. Y si no, pues sigan siendo unos inexpertos en materia historica. Es vuestro problema.
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